viernes, 22 de agosto de 2008

08/22/08

La pantalla me refleja a medias, el gato me da besos espejados y tengo cajón peruano. Tengo algunos problemas inventados tambien, pero ya los voy a resolver.

Mientras tanto, soy feliz. Un gato, un amor, una música, o varias… La vida misma. El placer existe y es terriblemente lograble. Uno se hace infeliz sólo porque quiere. Es tan fácil vivir sólo disfrutando que uno cree que no puede ser posible, y hace hasta lo imposible para comprobarlo.

Ser feliz. Esa fue la orden que recibí el año pasado.

Bueno, no fue una orden. Pero fue una respuesta al “¿Y cómo te pago todo esto que me has dado?”

La respuesta fue simple: “Sé feliz. Disfrutalo.”

No hay comentarios.: