martes, 9 de enero de 2007

De comienzos


Siempre empiezo mis blogs hablando acerca de comienzos... La verdad, me cansé. Sí, comienza un nuevo año, un nuevo blog, aha. Como siempre. Así que vamos a hablar de continuaciones. De hecho, tampoco debería hacerlo. Ya me cansé. Así que vamos derecho al grano.

No tengo realmente nada que decir.

Así como se lee. La gente que me conoce ya sabe que vivo con mi novio hace seis meses, que trabajo como telefonista de atención al cliente para consumidores estadounidenses, que soy bipolar y estoy luchando por acordarme de tomar las pastillas, que mi madre falleció hace dos años y todavía trato de adaptarme a la vida sin alguien que haga todo por mí. La gente que me conoce ya sabe que tengo un título de traductora juntando polvo en un cajón porque mi habilidad no es tanta como mi exigencia para con ese trabajo, y que estoy pensando seriamente en estudiar relaciones públicas. Aunque no me convenzo todavía.

El caso es que ya con el blog anterior empezé a experimentar para tener finalmente una página que me represente. Todavía no lo logro; tengo que aprender mucho de CSS y HTML todavía, y quizá algunos lenguajes más también. Cuando lo logre... MUAJAJJAJAJA ... DOMINARÉ EL MUNDO!!!! del blog. Por ahora, este es el intento de lograr acomodar mis blogs y entradas en un solo lugar.

Por otro lado, este es el sitio que vamos a considerar como "diario" o "agenda personal". Mi vida o cómo la percibo. Así logro separar por fin en distintas secciones todo lo que escribo.

Por lo pronto tengo bastante que escribir (Sí, mentí. Dije que no tenía nada que decir, pero la verdad es que es tanto que no sale así de una) y espero recordar hacerlo. Hasta ahora, para comenzar el año, lo primero que se puede leer es mi entrada en "I hate it here", inspirado en Transmetropolitan y que escribimos mi señor novio y yo para descargar todo eso que nos molesta como astillas en la piel. Más tarde hablaré supongo de todo eso que quizá alguien quiera saber, ... o no... pero que ya están avisados. Es personal. Y quizá ... no quieran saber.

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