sábado, 7 de noviembre de 2009

Butoh - Bailar la sombra

Fui al cine, quería ver una película tranquila, quizá una francesa... Me decidí por "Las flores del cerezo" (Hanami). Una película alemana, con toda la relación con Japón. Un hombre tiene diagnosticada una enfermedad terminal de muerte inminente. Su esposa es quien muere, y él termina buscando en Japón a esa esposa que no se permitió conocer.

No quiero contar la trama, es acerca de los roles sociales que nos vemos obligados a cumplir, muchas veces con gusto, cerrando la puerta a gustos y deseos personales, al sentido de aventura, a la pasión por la vida. Me emocionó mucho porque yo también perdí a un ser querido que se dedicó a su familia, porque era lo que amaba, dejando detras ese tigre enjaulado, esa pasión por la danza, tampoco tan de lado, quizá sin olvidarla.

Y encontré una danza que no creía que existía. Una bailarina en la película la explica como "la danza de la sombra" y me recuerda un poema que jamás voy a escribir. Habla de relación entre la sombra y la danza, la sombra como alojamiento del ser, de la esencia de la danza, habla de descubrir esa esencia en la sombra y seguirla, fluir con ella, entablar una relación y un diálogo con nuestra sombra, con nuestra emoción, con nuestro fluir-su fluir-el fluir...

Me puse a investigar sobre Butoh. Es una danza relativamente nueva (hay quien me discute que 60 años no es tan nuevo, pero 60 años implica un inventor, un perfeccionador y un alumno -un alumno enseña acá en argentina). Surge como muchas cosas por la necesidad de representar, de contar. En el japón de posguerra la danza era occidental o tradicional. Hijikata Tatsumi no se sintió representado por la imitación de una danza occidental, ni por la superficialidad que veia en la danza tradicional. E inventó su propia danza. En su danza habló del dolor, de la tensión, del frío. Hay quien dice que habla de los horrores de la bomba atómica, quien dice que habla del dolor y el frío de las zonas rurales. Esta danza se utiliza en varios lugares como método de protesta. En otros sólo como medio de expresión. Se habla del Butoh como de la "experiencia de la danza"... se trata de justamente eso, experimentar el movimiento, buscarlo, sentirlo. Y se trata de muchas cosas más. Creo que tendría que ponerme a estudiarlo para poder hablar de él, en lugar de referir a fuentes como wikipedia y YouTube. Pero por ahora esto es lo tengo. Observo el observar de cada uno de los practicantes de las tensiones y las emociones en cada movimiento. Observo en los practicantes lo que dice la wiki: movimientos que se imponen sobre el cuerpo desde afuera o desde dentro, como si lo dominaran. Una lucha por el control-descontrol. Una disociación de los músculos, aislamiento, y a la vez una compenetración completa y absoluta.

La bailarina de la película decía "es la sombra y la luz, es la vida, y tambien es la muerte. Todo en uno." Y eso es lo que veo en el Butoh. La contradicción, pero por sobre todo la fuerza... y también la debilidad.






Me quedó colgado. Había algo más que me había quedado de la peli, aparte del Butoh. Y es mi madre. La bailarina decia "yo bailo con alguien muerto. Mi madre. Ella está en mi." Las lágrimas que hasta ahora venian cayendo por diferentes emociones despertadas... ahi se transformaron en un mar. Mi madre dijo "No me lloren, bailenme" y eso vengo haciendo cada vez q tengo oportunidad, dejo que ella baile a través de mí cada vez que muevo, busco disfrutar la música, disfrutar el movimiento y compartir el momento, mi cuerpo, mis músculos con ella... y verlo ahí, en pantalla... la presencia absoluta de la madre y la bailarina, juntas en un solo cuerpo...


En lineas menos personales, eso es la danza. Todo, el todo, fluyendo a traves de un solo cuerpo.

Hay que bailar más.

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