Soy de viento y la tierra corre bajo mis pies
oye mi grito de cordero enronquecido;
vibra,
siente,
salta,
tiembla mi furia,
mi angustia en tus suelas.
Duele mi parche sin oídos,
quiebran mis dedos las cuerdas de tus miedos,
salta y golpea tu alma ausente,
los espíritus de aquellos que sí están.
Torbellinos azotan el espacio,
es mi sangre en tu voz,
mi simiente en tus dedos
y gritar emociones vertidas en ritmos y ...
somos uno...
El viento en mis dedos, la tierra en tu voz...
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